Localidad: Gumiel de Izán

Fecha: dependiendo del calendario

La Semana Santa Gomellana tiene su originalidad en los cánticos de las procesiones del viernes Santo en la que canta todo el pueblo formando dos coros que entonan distintos cánticos alternos que se repiten año a año y que relatan la pasión de Cristo. Existen en Gumiel dos Cofradías, la de la Cruz y la de la Esclavitud.

El Domingo de Ramos, durante la procesión,los fieles gomellanos entonan el estribillo "Gloria al rey de Israel", que repiten después de cada estrofa(trece en total) que forman una composición lírica, interpretación popular de las escenas que nos narran los evangelistas. Viene a ser una perífrasis de las estrofas Pueri hebraeorum y hosanna de la liturgia romana cantadas con música gregorianas. Los versos, "las puertas se cerraron/ pero las abrió el Señor"de la estrofa séptima se escenifican abriéndose las imponentes puertas del templo gomellano en el momento que las empuja el sacerdote celebrante. Este cántico del Domingo de Ramos está publicado solamente en el folleto Semana Santa en Gumiel de Izán de la década de los ochenta.

En Jueves Santo se alzaba en el coro el monumento para la exposición y veneración del Santísimo Sacramento. El monumento, sencillo y de poco mérito, resultaba esbelto y grandioso. Su artífice fue Saturnino Delgado. En la actualidad, la veneración al Santísimo en el monumento se realiza en el altar de Santo Domingo de Guzmán.

Por la mañana del Viernes Santo los gomellanos realizan la procesión denominada "El Calvario" con un viacrucis, cuyas catorce estaciones están en el camino de la ermita de la Virgen del Río. Rememora a Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario. En las pausas de las estaciones el orador sagrado dirige unas consideraciones espirituales y durante todo el recorrido hasta llegar a la ermita de la Virgen del Río se cantan formando dos coros alternativos el conjuto de veinticinco estrofas y el estribillo "llorad pues,ojos míos, llorad por vuestro Amado", que forman la composición de "El Calvario". Son unos lamentos que desde tiempo inmemorial se cantan en el viacrucis que se hace por el campo la mañana del Viernes Santo como consta en la hoja suelta "Luz y Amor". Llegados a la entrada de la Ermita de la Virgen del Río, los dos coros de fieles empiezan a cantar alternativamente las cuarenta y ocho estrofas de dos versos con el estribillo "Pésame, Señor, de haberos ofendido", que constituyen al Acto de Contrición, y van entrando en el templo. En la ermita dejan a Jesús Nazareno, donde permanecerá hasta la próxima Semana Santa del nuevo año venidero, que se repetirá una vez más la evocación del paso del Nazareno: Pasas, Jesús Nazareno,/ con la túnica morada/contemplando sentimientos/de las gentes gomellanas.


El viernes santo a las 12 horas la  Vía Crucis y a las 19 horas el Entierro.

El Cristo tiene la particularidad de ser articulado de brazos y piernas (de la escuela de Gregorio Fernández de Valladolid) al efecto de que periódicamente se le descienda de la cruz y se le deposite en una urna acristalada en la que se hace la procesión.


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