Ruta de la Ribera del Duero
Localidad: Gumiel de Izán entre otros pueblos. El río Duero atraviesa una de las comarcas vitivinícolas con más personalidad del país. La Ribera del Duero, locomotora de los vinos de Castilla y León, puede presumir de ser una de las Denominaciones de Origen con más peso en la Comunidad, no en vano se encuentra en el corazón del gran corredor del Duero. La calidad de los vinos de esta comarca que abraza cuatro provincias -Soria, Burgos, Segovia y Valladolid- se une a los numerosos atractivos turísticos, riqueza artística y cultural de cada uno de los pueblos a los que ampara. Siguiendo el recorrido de este a oeste, y comenzando por la provincia de Soria, destaca San Esteban de Gormaz, por donde el río pasa caudaloso regando fértiles vegas y tierras de ribera. San Esteban conserva, dentro de su casco urbano, bellos ejemplos de arquitectura popular que demuestran su vinculación al vino: zarceras y bodegas subterráneas, unidas a toda una ladera, auténtica ciudad bajo tierra, a las afueras del pueblo. Pero, sin duda, las dos grandes joyas de este municipio son la iglesia de San Miguel y la de Santa María del Rivero, dos templos del más puro estilo románico. Muy cerca está la villa de Atauta, famosa por poseer el conjunto de bodegas tradicionales mejor conservado de toda la ruta de la Ribera del Duero. No menos atractivas son las que se conservan en Langa de Duero, declarada Conjunto Histórico Artístico. El río atraviesa esta localidad, cosiendo su puente medieval y casi observando la fortaleza desde lo alto de un cerro. Aquí hay que pasear por sus callejuelas de trazado medieval y descubrir la ermita de la Virgen de Paul y la iglesia de San Miguel Arcángel Castillejo de Robledo, con las laderas de su castillo pobladas de lagares, sorprenderá a lo largo del recorrido por la incalculable belleza de su iglesia parroquial, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción. Su portada policromada y el interior poblado de frescos geométricos, dragones y dibujos florales aclaran la afirmación. En Castillejo hoy continúa viva la famosa Afrenta de Corpes, pues en sus inmediaciones está el robledal donde las hijas del Cid fueron apaleadas por sus maridos. Una placa, justo a la salida de la iglesia, lo recuerda, además de la señalización de la propia ruta. El monasterio de La Vid adentra al turista en las tierras burgalesas de la Ribera del Duero. La espadaña de más de 30 metros de altura es la primera imagen que ofrece el monasterio, un descomunal edificio fundado en el siglo XII reformado en el siglo XVI. A orillas del río Duero, su vinculación al vino se observa en las viñas y en los lagares que quedan en los alrededores. Desde aquí conviene, antes de entrar en Aranda de Duero, visitar la villa de Peñaranda de Duero. Punto estratégico del turismo a lo largo de la líneas del Duero que da la bienvenida con su altivo castillo, el Palacio de los Zúñiga y Avellaneda y la Colegiata. El trazado medieval de la villa se observa en las calles empedradas y estrechas custodiadas por casas nobles. Uno no se puede marchar de Peñaranda sin acercarse a la botica de Los Ximeno y descubrir su Plaza Mayor, presidida por el rollo gótico justo en el centro. Gumiel de Izán y Gumiel de Mercado, al sur de la provincia, son dos puntos de parada. En el primero sorprende la iglesia parroquial de porte catedralicio y estilo gótico y auténtico museo en su interior. Lo corroboran el retablo mayor y los de las capillas laterales. Gumiel de Mercado es una pequeña villa que ha mantenido la arquitectura popular y la magna iglesia de Santa María. Aranda de Duero, cuyo emblema gastronómico es el asado, se asienta sobre uno de los mayores conjuntos de bodegas subterráneas del mundo, excavado en el centro neurálgico de la ciudad. Hoy existe un recorrido guiado que permite visitar buena parte. En Aranda destacan la iglesia de San Juan Bautista, con una bella portada de nueve arquivoltas, el Palacio de los Verdugo o el puente medieval de las Tenerías que ofrece una bella panorámica sobre el Duero. La sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero se encuentra en Roa. Ciudad en la que los avatares de la historia provocaron que se perdiera buena parte de sus palacios e iglesias, muestra de la riqueza de una época. Merece una visita la ex colegiata de Santa María y la antigua iglesia de San Sebastián. Muy cerca, los mosaicos romanos de Baños de Valdearados demuestran que la unión entre viña y vino se remonta a hace 2000 años en estas comarca. En la localidad de Peñafiel, en la provincia de Valladolid, el río se torna ribereño y caudaloso, ensancha sus fronteras agrícolas. La villa muestra la identificación al vino en su arquitectura popular y en el descomunal castillo que hoy alberga el Museo Provincial del Vino. Sin dejar a un lado la Plaza del Coso y sus monumentales iglesias y conventos como San Pablo, Santa María, Santa Clara o San Miguel. El Cotarro de San Pedro, un hermoso cerro poblado de bodegas, indica que se llega a Pesquera de Duero, villa identificada de antiguo con el vino. La iglesia de San Juan Bautista y la de Nuestra Señora de Rubialejos, completan la oferta turística de Pesquera, en cuyas inmediaciones está el yacimiento arqueológico de Pintia. Valbuena de Duero, donde está la prestigiosa bodega Vega Sicilia entre otras, y el monasterio de Santa María de Valbuena, protagonizan la última etapa de la ruta por tierras vallisoletanas. Bañando sus vegas el Duero, el monasterio deslumbra por su belleza. De estilo cisterciense y declarado Bien de Interés Cultural en 1931 es la sede permanente de la fundación de Las Edades del Hombre. Dentro de esta ruta se enmarca el espacio natural de las Hoces del Río Riaza, entre los términos municipales de Montejo de la Vega de la Serrezuela, Maderuelo y Valdevacas de Montejo.
Ver másTras los pasos de Santo Domingo
Localidad: Entre Gumiel de Izán y Caleruega Santo Domingo de Guzman nació en Caleruega pero se crió en Gumiel de Izán, donde su tío, el hermano de su madre, Gonzalo de Aza, era Arcipreste. Santo Domingo vivió en Gumiel desde los 7 hasta los 14 años. La presencia allí de Domingo nos hace suponer la existencia de una escuela parroquial destinada a propiciar una cultura elemental a hijos de familias importantes y, sobre todo, a preparar a losniños en el camino de estudios eclesiásticos. En este periodode tiempo,es lógico pensar que el viaje de su casa en Caleruega a la casa de su tío en Gumiel lo hiciera por el camino que discurre paralelo al río Gromejón. A este camino que une Caleruega con Gumiel pasando por Tubilla del Lago es a lo que denominamos Camino de Santo Domingo. Ruta de Santo Domingo
Ver másRuta de los Molinos
Localidad: Gumiel de Izan ACCESO:De Burgos por la N-I hasta Gumiel de Izán o desde Aranda de Duero por la N-I hasta la misma población, sobre el cauce del río Puentevilla y entre la Ctra. de Gumiel de Mercado y la antigua Ctra. general (carretera cortada) se inicia la ruta con el molino de Malvecino. DISTANCIA:10 KMS. TIEMPO DE MARCHA:4 HORAS DIFICULTAD:BAJA DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:El molino de Malvecino, está circundado por las tierras de regadío de La Huera, está totalmente abandonado aunque hace poco fue adquirido por nuevos propietarios. En su parte final se puede apreciar una represa construida con bloques de piedra, para aumentar el volumen de agua que se almacenaba. Partiendo de la carretera cortada se cruza por un túnel debajo de la autovía que transita paralela a la misma hasta coger el segundo camino a la derecha, camino de la Zabarra que va directo al molino del Suso, en el cruce con el camino que llegaba de Narejo a mano derecha se aprecia un palomar construido de adobe, de forma cuadrangular y tejado a una sola agua. Pasado el palomar se entra en una explanada, con tenadas para guardar aperos, que cerraban para convertir en corrales. Al pie de unos altos chopos existía un estanque y de éste salía una regadera. Al fondo se halla el cauce que tomaba sus aguas del río Gromejón. El molinero recorría frecuentemente las riberas con un "dalle" para limpiarlo de juncos, hierbas y maleza que pudieran obstaculizar el agua. Todavía se puede observar el arco de medio punto formado por sillares de piedra. A pesar de que no llega el agua es un sitio fresco y sombreado. Enfrente de la puerta de la vivienda existe una fuente construida en piedra. Se puede apreciar la distribución de los espacios destinados a la molienda se compartían con los destinados a vivienda . Siguiendo camino hay que cruzar el río el Gromejón por el puente llamado Trasal que se bifurca con otros caminos que van al monte o a las tierras de labor. Este puente estuvo bastantes años derruido, siendo obligados transeúntes, carros y tractores a dar un rodeo importante. Algunos árboles dan algo de sombra al camino, y los sembrados se alternan con las viñas, que ocupan la parte de la vega del río. El molino de Vegarrasa aunque abandonado todavía conserva parte de su maquinaría y se puede apreciar la situación del cauce debajo de este. Atravesando por las orillas las tierras de labor llegamos, ya teniendo enfrente el pueblo de Quintana del Pidio, al molino de Revilla. De este solo se conservan algunas paredes, estando totalmente derruido el primer piso. Construido en adobe y piedra todavía puede apreciarse la bóveda, con dos ruedas. El molino estuvo hasta finales de los años cincuenta o principios de los sesenta. Buen lugar para descansar a la sombra de los chopos de la ribera antes de completar el camino y acercarse hasta el cerro vecino donde en otro tiempo se encontró el poblado de Revilla. De la iglesia sólo queda ya un poco de su pared, pero si miramos hacia el sur podremos observar todavía la existencia de tres zarceras o entradas a las bodegas situadas enfrente de lo que fue el pueblo y orientadas al norte. Desde el cerro pude verse, casi al alcance de la mano, el pueblo de Quintana con la expansión de sus nuevas bodegas que miran al río. La vuelta se realizará por el camino que pasa por el Árbol Santo, a donde, en otro tiempo, alguna cuadrilla acudía a merendar, a pasar la tarde o incluso a asar unas chuletas. FLORA Y FAUNA Es fácil observar rapaces diurnas, como ratoneros, milanos, cernícalos y gavilanes. En primavera durante todo el camino podemos ver unos pájaros con los colores del arco iris llamados abejarucos, que establecen sus nidos en oquedades de los ribazos. Entre los mamíferos la liebre, el corzo, el conejo, el zorro y el jabalí. El reptil característico de la zona es el lagarto. La vegetación en algunos tramos es la típica de ribera: chopos, fresnos, sauces, matorral...
Ver másRuta Romana
Localidad: Gumiel de Izán Los puentes de San Pedro y de San Antonio están relacionados con la vía romana Ab Astúrica per Cantabriam Caesaraugustam,una de las vias que cruzaban la Meseta Norte de la Península Ibérica en dirección este-oeste, desde Caesaragusta (Zaragoza) a Astúrica (Astorga). Uno de los trayectos, Clunia-Astúrica, discurría a lo largo del valle del Duero pasando por Gumiel de Izán. La vía salía de Clunia en dirección este, pasando por Baños de Valdearados y en linea recta seguía hasta Gumiel de Izán por el llamado Camino de San Pedro o Camino de los Pinares para Campos que continuaba por el camino viejo de Quintana del Pidio. El puente de San Pedro, acaso obra romana,más que por su fábrica por la dirección del camino y la antigüedad de este último, es de vano único, arco de medio punto, boquilla formada por dovelas regulares, sillares unidos con argamasa y banquetas en las pilas los sillares se alinean con el trasdós de la clave. El puente de San Antonio tiene tres ojos, los laterales más pequeños presenta tajamares aguas arriba y, aunque modificado,es semejante a otros de época romana. Aproximadamente la distancia, partiendo desde la plaza mayor, es de 6'3km y de duración 1h18' caminando.
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